
Por Alejandro Acosta (Venezuela)
La solidaridad y complementariedad no son precisamente la regla en los mercados, donde la competencia y la ley del más fuerte se imponen al igual que lo hacen en la selva. Sin embargo, muchas organizaciones han comprendido la importancia y beneficios del trabajo colaborativo y la conformación de redes productivas para la generación de bienes y servicios, rompiendo de esta manera con el paradigma dominante.
Un ejemplo de este nuevo modelo lo constituye un grupo de empresas en el área de las tecnologías libres en España, específicamente en el País Vasco. Estas organizaciones, las cuales varían en tamaño y capacidad, decidieron crear una red que les permite complementarse para abordar proyectos que individualmente les sería imposible desarrollar por no contar con los recursos necesarios para hacerlo.
Actuando como un bloque, las empresas que conforman la red tienen mayor acceso a contrataciones y proyectos, garantizando que el trabajo se distribuya de manera equitativa y de acuerdo a las capacidades de los miembros.
Un elemento característico y, a mi modo de entender, fundamental en este modelo es el mecanismo de distribución de las ganancias. Las empresas que conforman la red reparten entre sí y por igual los beneficios obtenidos por el desarrollo de cada proyecto, de esta manera aquellas organizaciones más pequeñas aceleran su proceso de crecimiento, la red se fortalece e incrementa su capacidad para abordar nuevos proyectos de mayor envergadura.
Esta conducta empresarial, en la cual el interés colectivo está por encima del individual, representa un hecho importante en la búsqueda de modelos en los cuales la colaboración y la solidaridad dejen de lado al egoísmo propio de la “racionalidad” humana. Después de todo el trabajo en red es tanto o más rentable que el individual.
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Todos ponen, todos ganan.
¿Y así se acaba la plusvalía? ¿El capitalismo se vuelve bueno?
Ojalá fuese tan sencillo como poner a colaborar a un grupo de empresas para que se resolviesen los problemas de capitalismo… Seguro es mucho más complejo que todo eso pero diría que iniciativas así, al menos llevan al capitalismo por un sendero un poco más equilibrado, más humano… ¿qué piensan?
Sí, lamentablemente no es tan sencillo, pero el modelo de colaboración nos permite darnos cuenta de que a través de la complementariedad también podemos generar rentabilidad y lo más importante beneficios para un grupo más amplio, sea este empresarial o social. En las facultades de economía nos enseñan que los seres humanos somos racionales y buscamos maximizar nuestro beneficio individual a costa de lo que sea, basados en el egoismo, sin embargo y en mi opinión, de nada sirve estar mejor como individuo si esto lo logramos desmejorando al resto de quienes nos rodean (personas, medio ambiente, etc.). Citando el primer comentario “si todos ponemos, lo más justo es que también todos ganemos”