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¿Una vida feliz es diferente de una vida con sentido?

14/04/2014 por Adriana Cárdenas 3 comentarios

¿Qué tipo de vida quiero?
¿Qué tipo de vida quiero?

Varios científicos han dedicado parte de sus estudios a investigar el tema de la felicidad. Qué es, cómo llegar hasta ella y recientemente, si el ayudar a otros nos puede hacer felices. Lejos de ser una cuestión meramente científica o tema de “moda”, podríamos estar frente a cómo debemos dirigir nuestros esfuerzos y energía, no solo por nuestro propio bien sino por el bien de los demás.

De acuerdo a una encuesta exhaustiva realizada por la Universidad del Estado de Florida en Estados unidos, existen diferencias entre una vida feliz y una vida con sentido. Los resultados fueron los siguientes:

  1. La felicidad busca satisfacer deseos y necesidades y se atribuye a llevar una vida saludable, mientras una vida con sentido se relaciona más con ayudar a otros.
  2. Las personas felices se centran en el presente. Una vida con sentido integra pasado, presente y futuro.
  3. Recibir te hace más feliz, mientras que dar le da sentido a tu vida.
  4. Los vínculos sociales están relacionados con los dos, tanto el ser feliz como el tener una vida con sentido. Sin embargo, en el caso de la felicidad están más orientados a qué recibes o cómo te sientes cuando compartes con otras personas.
  5. El estrés y los desafíos se encuentran presentes en un amplio porcentaje, según el estudio, de quienes llevan una vida con sentido, frente a quieres aseguran ser felices.
  6. La libre expresión hace parte de una vida con sentido pero no está relacionada con la felicidad.

La contraparte 

  • Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte en Estados Unidos, sugiere que la generosidad mejora el sistema inmunológico, es decir contribuye a nuestra salud y por ende a nuestra felicidad. Puntos que se contradicen en el estudio realizado en la Universidad de Florida, el cual afirma que la salud está relacionada con la felicidad pero no con el dar a otros. (ver punto #1 y 3)

  • Dar a otros (por ejemplo dinero), sí nos hace más felices de acuerdo a un estudio conducido en la Universidad de Harvard. Acorde a las diferencias anteriormente establecidas, el dar a otros es un gesto propio de una vida con sentido pero no de una vida feliz.

  • Según varios estudios, el altruismo activa las regiones cerebrales que provocan placer y reducen la depresión. El Centro de Investigación sobre la Compasión y el Altruismo de la Universidad de Stanford pudo determinar que la felicidad está orientada a dar. Cuanto más lo haces más feliz te sientes.

En tu opinión, ¿una vida feliz y una vida con sentido son lo mismo?. Si eres parte de quienes piensan que son diferentes, ¿cuál prefieres y por qué?

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Categorías: A Debate Palabras clave: felicidad, happiness, Harvard, solidaridad, Universidad del Estado de Florida, vida con sentido, vida feliz

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Los 5 hábitos de la gente feliz

20/03/2014 por Adriana Cárdenas 6 comentarios

“¡Nadie quiere ser infeliz pero vaya que muchos actuamos como si deseáramos sufrir!“…. Quizás ya hayas escuchado esta expresión o quizás no, pero en lo personal, cada vez que escucho a alguien decir que la felicidad depende de uno mismo quiero saber con más detenimiento qué estoy haciendo bien y mal y cómo puedo cambiar para lograr esa felicidad “tan anhelada”.

Hoy, en el Día Internacional de la Felicidad he querido darle hincapié al tema y por ello, quiero compartirles algunos de los hábitos principales que según varios estudiosos, escritores y sobre todo personas que se consideran felices, constituyen la base de la felicidad:

¡Sé feliz!
¡Sé feliz!

1. Creen firmemente que la felicidad no depende del exterior. Son conscientes que ninguna persona o evento determina lo que son y cómo se sienten. Su felicidad depende solo de ellos mismos.

2. Gastan más dinero en experiencias que en cosas. Las personas felices saben que la interacción con otros y con el mundo es más importante que lo material.

3. No se quejan. Actúan. En lugar de quejarse de aquellas situaciones con las que no se sienten cómodos, hacen su mayor esfuerzo por cambiarlas o mejorarlas.

4. Agradecen cada pequeña cosa. Un experimento reciente de la organización SoulPancake, sugirió que el hábito de la gratitud puede elevar los niveles de felicidad del 2 al 19 por ciento. 

5. Tienen una conexión más cercana con la naturaleza. Respetan su entorno de la misma forma en que se respetan como individuos generando un compromiso por el bienestar no solo de ellos sino de su planeta.

¿Eres feliz? Compártenos tus propios hábitos para la felicidad y así, construir entre todos un mundo mucho más empático y feliz.

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Categorías: Actitud y Felicidad Palabras clave: 5 hábitos de la gente feliz, Día Internacional de la Felicidad, felicidad, feliz

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Gimnasia para la compasión y la felicidad

14/03/2014 por Adriana Cárdenas Dejar un comentario

Cortesía de shutterstock
Cortesía de shutterstock

Del mismo modo que hacemos ejercicio para mejorar nuestro estado físico o vamos a la universidad a aprender una disciplina en particular, la compasión y la felicidad pueden ser desarrolladas a través del entrenamiento mental.

Matthieu Ricard biólogo y budista francés ve la compasión al igual que a la felicidad como un sentimiento el cual mediante el ejercicio mental constante puede convertirse en nuestra naturaleza pura; es decir, llegar a ser parte intangible de nuestro ser.

Estos son algunos puntos a resaltar de varias de sus presentaciones respecto al tema:

  • A través de la meditación aprendemos a centralizar nuestros pensamientos y sentimientos logrando una conexión más profunda con nuestro ser y respondiendo mejor a nuestro entorno.
  • Podemos empezar a desarrollar la compasión entendiendo que ser compasivo no significa aprobar el buen o mal comportamiento del otro, se trata de cómo podemos entender el sufrimiento de otros.
  • La transformación personal es posible si se le dedica el tiempo necesario, así como dedicamos tiempo a hacer ejercicio, aprender una disciplina o a tocar algún instrumento.
  • No debemos subestimar nuestra capacidad de cultivar la compasión por otros porque estaríamos limitando el poder lograr una sociedad mejor.
  • La felicidad no es una sucesión de placeres sino una forma de ser. Desde pequeños podemos aprender a ser felices y buenos si se inculca que la felicidad nace y depende de nosotros mismos y no del entorno.
  • La compasión y el altruismo deben ser entendidos e interiorizados como situaciones ganadoras tanto para quien los manifiesta como para quien los recibe.
  • La felicidad egoísta esta destinada a fallar porque no somos seres independientes, todos estamos conectados con la naturaleza.
  • El verdadero altruismo, que es ayudar a otros sin recibir nada a cambio sí existe y podemos desarrollarlo a través de la meditación.

Tras analizar por largos años el cerebro de Matthieu Ricard se ha podido determinar que la meditación, (que es la base de su teoría),  podría ser no solo la base para ser mejores seres humanos sino el antídoto perfecto contra la depresión, la ira y el miedo. Los resultados fueron tan sorprendentes que en Abril de 2007 Ricard fue nombrado como el hombre más feliz del mundo. 

Muchas teorías han surgido en los últimos años que asimilan sentimientos como la felicidad, el altruismo y la solidaridad como lecciones aprendidas y no biológicas. ¿Crees entonces que en nuestra mente se encuentre el potencial para ser más compasivos y felices?

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Los trabajadores del tercer sector, ¿entre los más infelices?

14/02/2014 por Elena Martin 11 comentarios

¿Existe el trabajo perfecto?

Para muchos poder trabajar en una ONG, hacer algo que genera un impacto positivo en los demás y que te paguen por ello, parece un sueño y sin embargo, hoy nos llamó la atención como en países como Estados Unidos, donde el Tercer Sector genera una importante cantidad de puestos de trabajo, la percepción sobre trabajar en organizaciones sin fines de lucro dista mucho de lo que podríamos pensar.

Un estudio de la Revista Forbes nos revela las industrias donde la gente se siente más y menos feliz en su trabajo. El estudio se basa en un análisis del sitio web CareerBliss.com donde se analizaron las percepciones de 43.000 empleados por cuenta propia de todo el país. Se les pidió que evaluaran nueve factores que afectan al grado de felicidad en el centro de trabajo: relación con sus jefes y compañeros, ambiente de trabajo, recursos, compensación, oportunidades de crecimiento, cultura de trabajo, tareas diarias y control sobre el trabajo realizado a diario. Tras puntuar cada factor, estos fueron los resultados:

Industrias donde las personas están más contentas (siendo 1 los más felices):

  • 1 – Gobierno
  • 2 – Educación
  • 3 – Venta al por mayor y distribución
  • 4 – Inmobiliaria y construcción
  • 5 – Telecomunicaciones

Industrias donde las personas están más descontentas (siendo el 1 los más infelices):

  • 1 – Comercio
  • 2 – Medios de Comunicación
  • 3 – Software e internet
  • 4 – Organizaciones sin fines de lucro
  • 5 – Agricultura y minería
Decepción
Cuidado con generar falsas expectativas

Nos llama la atención que precisamente trabajar ayudando a otros genere insatisfacción. ¿Cuáles pueden ser las razones?

En este interesante blog (en inglés), se muestran ejemplo de las falsas creencias que se pueden tener sobre el trabajo en el tercer sector. A pesar de trabajar para el tercer sector y estar feliz de hacerlo, la autora propone una fantástica reflexión de por qué puede llegar a ser un trabajo no tan gratificante como algunos creen y como las falsas percepciones pueden llevar a la decepción. Aquí van 5 falsas creencias sobre trabajar en el Tercer Sector:

  • Tendrás más equilibrio entre tu vida personal y profesional: no necesariamente, los recursos normalmente son escasos, las necesidades crecientes y los niveles de implicación pueden ser tanto o más exigentes que en la empresa privada.
  • No tendrás que tratar con cretinos nunca más. Todo el mundo será bueno, comprensivo y agradable. Como en todo grupo formado de forma semi-aleatoria… puedes llegar a encontrar de todo y tener que lidiar también con conflictos internos dentro del equipo.
  • Todas las ONGs son centros de caridad. Error, muchas no trabajan directamente con los más desfavorecidos y no es fácil ver el impacto en primera persona. Se trabaja desde un escalón más arriba y es entonces donde la burocracia o las tareas administrativas se multiplican hasta el punto que puede que te encuentres en tu nuevo trabajo con el mismo tedio que estás tratando de dejar atrás.
  • En el tercer sector es es más fácil encontrar un trabajo: depende del país, en los nuestros no se genera tanto empleo, pero ciertamente en países más avanzados en el desarrollo del sector, poder entrar a formar parte de él puede llegar a ser realmente difícil. Con mucha gente con alto grado de preparación específica incluso en este campo, la competición por un puesto de trabajo puede ser tan feroz como en le sector privado. Las buenas intenciones no son suficiente. Más y más se demanda un alto grado de profesionalización.
  • Quieres devolver al mundo parte de lo que sientes que el mundo te ha dado. Estupendo, pero mejor que asumas que lo que el tercer sector puede ofrecerte para vivir, nunca será tan lucrativo como trabajos en el sector privado. En definitiva, idealiza pero siendo realista. No podrás ayudar al mundo si no puedes mantenerte a ti mismo.

En definitiva, buenas reflexiones sobre la felicidad y también las posibles decepciones o expectativas frustradas de trabajar en un sector a veces ¿”idealizado”?. ¿Trabajas para alguna organización sin fines de lucro? ¿En qué manera crees que puede hacer a alguien más feliz trabajar en este sector y a qué retos te enfrentas o has enfrentado en el pasado?

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No tienes que ser un superhéroe para cambiar al mundo

05/08/2013 por Adriana Cárdenas Dejar un comentario

Del usuario ' Sam Howzit' vía Creative Commons.
Del usuario ‘ Sam Howzit’ vía Creative Commons.

A menudo es fácil sentirnos abrumados o impotentes, especialmente cuando vemos como otros están cambiando al mundo con lo que parecen ser ‘superponeres’. Pero la verdad, es que nadie que ayuda a otra persona o comunidad tiene algo más especial que la disposición de un corazón humilde para lograr lo inimaginable.

Todos podemos ayudar, sin importar el género, la edad o si somos altos, bajitos, flaquitos, gorditos, o de dónde vengamos. No necesitamos de superpoderes, ni de una máscara o trajes extravagantes, solo necesitamos de las ganas de colaborar desde donde podamos y con lo mucho o poco que tengamos.

La generosidad y el compromiso ciudadano, como cada músculo de nuestro cuerpo se pueden desarrollar.

Si quieres ayudar a cambiar el mundo, empieza local. Muy pocos saben que al cambiar la vida de una sola persona estarán cambiando el destino de muchas. Con pasos muy sencillos puedes llegar a ser el precursor de cambios más grandes e inspirar a muchos que como tú, quieren ayudar a construir un mundo más equitativo y solidario. Empecemos con 8 simples pasos:

  • Pregunta constantemente. Cada vez que tengas la oportunidad, pregunta a las personas que te rodean cómo puedes colaborar. De esta forma te pones a su disposición y empezarás a ser percibido(a) como una persona solidaria, dispuesta a ayudar cuando se necesite.

  • Ayuda espontáneamente. Para lograr ejercitar la solidaridad debes tratar de incorporar hábitos solidarios. Pueden ser tan simples como ayudar a alguien a cruzar la calle como colaborar como voluntario.

  • Sé consciente de tus límites. Para ayudar y ayudar bien, debes ser consciente de tus habilidades y disposición de tiempo. Comprométete solo con aquello que sabes puedes cumplir. De otra forma, tu disposición de ayuda será tomada negativamente.

  • Irradia felicidad y positivismo. Algunas veces la mejor manera de ayudar es regalando una sonrisa sincera o una palabra de aliento. A menudo, solo una palabra es suficiente para que alguien decida tomar el primer paso y pasar a la acción.

  • Dona tu tiempo libre. Si tienes la disponibilidad puedes donar tu tiempo a un causa social, ¡ incluso puedes ayudar haciendo lo que más te gusta!, por ejemplo si te gusta el desarrollo de webs o escribir, hay muchas organizaciones que no pueden pagar por estos servicios pero que necesitan de ellos para comunicar lo que hacen y así generar un impacto mucho más grande dentro de sus comunidades. Conoce algunas opciones ingresando a idealistas.org. 
  • No botes basura a la calle. Constantemente nos quejamos del calentamiento global, el famoso ‘efecto invernadero’, pero con tareas sencillas como no botar desperdicios o papeles a la calle podemos hacer la diferencia. ¿Te imaginas si más y más personas fueran conscientes de ello?
  • Siembra un árbol. ¿Sabías que si cada familia sembrase un árbol 500.000 millones de kilos de gases tóxicos se eliminarían de la atmósfera cada año? si no, ya lo sabes. Propónte sembrar un árbol este mes.
  • Sé un buen ejemplo. Si haces de la solidaridad un hábito, predicarás con tus acciones. Muchas personas querrán ser como tú y ayudar a sus comunidades. Esta comprobado, una de las mejores maneras de enseñar algo a alguien es a través del ejemplo y si más personas se unen, más y mejores cambios se podrán implantar en el mundo.

Solo el tiempo, la constancia y el empeño que le pongas a tus actividades solidarias determinarán el impacto que tendrás en tu comunidad y esta a su vez en el mundo. Si comienzas incluyendo pasos tan sencillos como los anteriores, estarás listo para empezar con pasos mucho más grandes. ¡El límite te lo trazas tú!

Esta entrada fue inspirada en ‘You don’t have to be a hero to be a helper’ en idealist.org, nuestro sitio en inglés.

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Categorías: Liderazgo Palabras clave: 'You don't have to be a hero to be a helper', cambio local, felicidad, generosidad, idealist.org, Idealistas.org, pequeños actos, super héroe solidario

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