
Por Celeste Hamilton Dennis (traducido para Idealistas por Elena Martín)
Me agarro al hombro de mi amiga Ceci al tiempo que caminamos dentro de la sala. No puedo ver absolutamente nada, ni siquiera mis manos. Comienzo a ponerme nerviosa cuando alguien, cuidadosamente, me conduce hasta mi sitio. Por fin estoy sentada, un poco más relajada, todo está bien. Pronto, el sonido de las máquinas de escribir recorre la sala.
Espero ansiosamente a que comience la representación de ‘La Isla Desierta’. Este teatro en Buenos Aires, Argentina, es el único en el mundo en acoger representaciones en la oscuridad. No se qué esperar.
Estoy aquí porque tengo curiosidad por ver cómo actores, videntes y no videntes se las arreglan para componer la escena. También estoy aquí porque quiero experimentar qué pasa cuando sales fuera de tu ‘zona de confort’. Lo hago. Durante las dos horas siguientes, me dejo llevar mientras que me envuelven sonidos y olores provenientes desde la jungla hasta el mar.
Ceci y yo abandonamos el teatro sobrecogidas por el convencimiento de que Teatro Ciego es una idea que merece ser difundida. Descubre mucho más escuchando aquí el podcast, narrado por Ceci.
En mi vida e interactuado , por diferentes motivos con gente con discapacidades y capacidades especiales,pero la mayor de todas ellas es la de mirar el mundo con una perspectiva diferente….la perspectiva de la sensibilidad que solamente se ve atravéz del corazón, si uno está dispuesto a abrir su corazón.
Precioso comentario Miriam. Gracias por leernos y por compartir tus impresiones en nuestro blog (Idealistas.org)