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Un tensiómetro y un pastillero

Parece que el afán por innovar y diferenciarnos ha relegado el impacto social de nuestros proyectos e iniciativas a un segundo plano. Buscamos innovar como si la innovación en sí lograra cambiar o transformar cualquier cosa. Sin embargo, para generar un verdadero impacto social se requiere más que ingenio. Por lo menos eso afirman Christina Seelos y Johanna Mair, expertas en filantropía y quienes han estudiado a emprendedores sociales con el fin de determinar qué los lleva o los detiene a lograr altos niveles de impacto social.

Algunos de sus hallazgos más importantes que nos invitan a cuestionarnos algunas cosas:

- Hoy en día todo el mundo llama "innovación" a cualquier cosa, el término como tal está perdiendo su significado.
- La innovación juega un papel pequeño y muy específico en la generación de impacto social. En otras palabras, la innovación no lo es todo y por tanto no garantiza el éxito de un proyecto.
- El problema de las organizaciones menos exitosas no es su incapacidad de innovar, sino su limitación en la integración de esos esfuerzos en un proceso sólido de impacto.
- Debemos relacionar la innovación con el proceso y no con el resultado, es decir, dejar de llamar innovación a cualquier nuevo proyecto o servicio, en su lugar, focalizarnos en un proceso óptimo que genere impacto.

¿Qué hace que no se alcance el impacto social deseado? 

Seelos y Mair mencionan las patologías de la innovación como complicaciones que se originan en el proceso y que no permiten que una innovación alcance todo su potencial. Las organizaciones que no generan impacto social pueden sufrir algunas de estas patologías, identificar cuáles pueden estar estancándonos, es clave.

Hagamos el ejercicio y tratemos de identificar cuáles podría estar sufriendo nuestro proyecto u organización:

Persona frustrada apoyando su cabeza en la pared
¡No te frustres, siempre hay una alternativa!
  1. Nunca empezar: hablan mucho, hacen poco y al final no se reinventan, perdiendo oportunidades valiosas de crecimiento. La innovación en su justa medida y con el propósito adecuado, motiva a tu equipo e impulsa la generación de impacto con sentido. ¡No le tengas miedo!
  2. Implementar demasiadas malas ideas: llevar a cabo ideas sin tener en cuenta el costo e impacto es perjudicial. Esta patología se encuentra en su mayoría en organizaciones en donde sus fundadores se empeñan en lanzar su idea sin importar sus implicaciones. Esto puede causar frustración y muy posiblemente estrés organizacional.
  3. Rendirse demasiado pronto: cuando los recursos son escasos o cuando no son destinados a la innovación, se tiende a abandonar una idea prematuramente. También puede pasar que cuando una idea no esta bien desarrollada por el afán o la presión de mostrar impacto, se lanza antes de tiempo.
  4. Detenerse demasiado tarde: esto sucede cuando una organización continúa con una innovación a pesar de que no esta funcionando. Esto puede pasar por la necesidad del líder o el poseen muchos fondos y tener la presión de gastarlos.
  5. Escalar muy poco: muchos emprendedores sociales no escalan, aunque esto signifique crecimiento. Conocer el problema y las posibles soluciones te puede ayudar no solo a crear nuevas ideas, sino a crear menos malas ideas.
  6. Innovar de nuevo muy rápido: se comete el error de lanzar nuevos productos o servicios sin focalizarnos en mejorar lo que ya existe. Esta es una de las patologías más comunes y de la que poco reflexionamos.

Bueno y ahora qué, ¿cómo podemos hacerle frente a estas patologías o "enfermedades de la innovación"?

✓ Transforma la incertidumbre en conocimiento, si no sabes cómo hacer algo, investiga, prepárate. La incertidumbre aparece cuando no conocemos realmente el problema que buscamos resolver y como consecuencia empezamos a asumir y a ignorar puntos claves.

Lo que hagas debe estar alineado con la identidad de tu proyecto, si desvirtúas el ser de tu organización, es muy probable que no logres conseguir el impacto que la comunidad por la que trabajas necesita.

Las organizaciones efectivas no busan la innovación con una expectativa de éxito sino con una expectativa de aprendizaje. Crea un ambiente de progreso en lugar de fracaso, las experiencias te ayudan a crecer y a encontrar el balance adecuado hacia tu meta.

✓ La innovación en sí misma NO crea impacto social, escalar el proyecto sí. Cuando escalas te esfuerzas en aprender más sobre tu iniciativa, el problema que trata y cómo puedes traducir tus esfuerzos en resultados más efectivos. Además, te permite que se desarrollen capacidades, rutinas efectivas y se fomente el aprendizaje de lo que funciona y no funciona dentro de tu organización.

La innovación no genera impacto a menos que sea una innovación productiva, la cual solo se genera a través del conocimiento profundo del problema, dejando atrás el ego y focalizándonos en lo que de verdad importa.

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Adriana Cárdenas

Desde mi trabajo como voluntaria ayudo a personas que no tienen acceso al sistema de salud en Nueva York traduciendo de inglés a español y vice versa eventos de salud gratuitos y gestionando actividades de divulgación. A su vez, coordino los medios sociales de la organización a la que sirvo.