
La educación es la maqueta sobre la que se construyen grandes cambios y la escultora de quienes constantemente cambian el mundo. Su potencial es infinito y su poder de propagación muchas veces inimaginable si sabemos usarla como la mayor arma de construcción masiva del siglo XXI, el único arma con el potencial de construir, fomentar y generar cambios sociales sustentables.
Imaginémonos que la educación es como una bomba atómica (y no exagero al referirme a ella de esta forma), que podemos lanzar cuando queramos ya sea para debilitar sociedades enteras o para construir líderes dispuestos a trabajar por el bien social. El resultado de su lanzamiento y propagación dependerá de la forma en qué la utilicemos. ¿Por qué?:
- Es simple, porque al lanzar la bomba de educación equivocada, como la envidia, el miedo, el individualismo o el egoísmo, enseñamos que la única victoria es aquella que se gana a través de la competencia, y no a través del trabajo en equipo. Según el artículo, ¿Competir o cooperar?, publicado en El espectador, periódico colombiano.‘Nos han enseñado que la vida es una lucha por la supervivencia del más fuerte, todo lo que vale la pena conservar y recordar ha ocurrido de otra manera: a partir de los que piensan que la vida es una oportunidad para aprender y servir a otros‘.
- La forma en cómo educamos a nuestros jóvenes construye la sociedad del futuro, que puede estar liderada por emprendedores dispuestos a pasar a la acción por un bien en común o por grupos y personas llenas de miedo, tal vez con propósitos individualistas o simplemente sin el liderazgo suficiente para intentar cambiar una realidad.
¿Cómo podemos entonces orientar la educación para crear verdaderos líderes sociales?
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Del usuario ‘Northern Ireland Executive’ vía Creative Commons Creando una mentalidad emprendedora. Según el artículo ‘Cultura emprendedora en las aulas’ publicado por La Opinión de Málaga, ‘Hay que fomentar el emprendimiento desde todos los niveles educativos, de modo que exista un verdadero acicate emprendedor en las generaciones venideras que acelere la construcción de una sociedad emprendedora‘.
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Liderando con el ejemplo. Un estudio sobre el papel de los educadores como líderes en la construcción de comunidades de aprendizaje en Puerto Rico, reflejó que el fomentar el liderazgo por medio del ejemplo incentiva en los estudiantes la comunicación efectiva, el liderazgo compartido, el trabajo en equipo, el aprendizaje innovador, entre otros importantes aspectos.
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Construyendo valores para tener éxito. De acuerdo con un artículo publicado por Terra, sobre cómo los padres deben educar a sus hijos para tener éxito, los valores y la ética son los nuevos protagonistas de las personas exitosas. Esto sugiere, una educación en la que no solo la escuela contribuya, sino que los padres desde sus hogares incentiven el desarrollo de valores en sus hijos. ‘Para que tu hijo tenga éxito tendrá que ser una persona libre y responsable, con ética y una gran capacidad de servicio’.
- Cooperando más. Competiendo menos. De nuevo según el artículo, ¿Competir o cooperar?, ‘es notable lo que ocurre al elegir servir y es cotidiano lo que ocurre al elegir luchar. Tal vez por eso hemos llegado a creer que lo natural es competir en lugar de cooperar’. La educación es entonces el camino para la transformación de la sociedad a través de la cual se genera el sentido de cooperación por encima del de la competencia.
Ya lo decía Mandela, ‘la herramienta más poderosa que podemos utilizar para cambiar al mundo es la educación’. Entonces, ¿cómo la estamos utilizando?. Recordemos que aunque no todos seamos educadores, todos, como individuos y ciudadanos del mundo podemos ser gestores de nuevos líderes sociales a través del buen ejemplo.